Quienes consideran la sociedad como un dato hablan de un organismo que creen conocer porqué han identificado en él los órganos y las formas cristalizadas. Pero no nos dicen nada de los flujos y de los innumerables tejidos, sin los cuales, sin la constante pulsación, sin la emergencia y la interrupción, esos órganos no serían órganos vivientes […] “así no ha sociedad en cuanto tal, sino siempre un movimiento que acerca o separa las diferentes constelaciones constituidas y hace que cada uno viva para los otros, a veces contra los otros y a veces con los otros
Georg Simmel en Joseph, I. (1999). “Buenas maneres” en Erving Goffman y la microsociología (pp. 17-34). Barcelona: Gedisa. p.21